Según Somos Sinapsis, empresa especializada en el desarrollo de negocios online, en España un 80% de las compañías sigue sin considerar relevantes las redes sociales para la expansión del negocio o, simplemente, para la comunicación con sus consumidores.

Pese a que algunas organizaciones así lo crean, a día de hoy estar en las redes sociales no es un capricho, sino más bien una necesidad; los usuarios esperan poder interactuar con las empresas o sus marcas favoritas.

Ante la digitalización de las empresas, los altos cargos o los CEOs también deben tener visibilidad en las redes sociales. Sin embargo, el Social Media sigue siendo un terreno al que a los grandes ejecutivos les cuesta acercarse, ya sea por desconocimiento o por miedo a estar expuestos ante toda una comunidad y tener que atender comentarios, sugerencias, críticas… Algunos de ellos siguen sin verle utilidad  o no ven un gran retorno, mientras que otros lo asocian al ocio.

Múltiples ventajas para la empresa

Los CEOs o altos cargos deberían estar más preocupados por su presencia en la red, ya que los diferentes públicos de una compañía, tanto clientes como empleados, necesitan que un alto directivo sea cercano y transparente.

Se trata de humanizar la figura del directivo. La mejor manera de demostrarlo es teniendo una presencia activa en las redes sociales. Una comunicación instantánea siempre generará mayor confianza y compromiso.

Actualmente el cliente otorga más credibilidad a una empresa o marca cuyos directivos son visibles y accesibles en redes sociales, lo que puede repercutir en las decisiones de compra.

Además, las redes sociales pueden establecer redes profesionales muy positivas para el desarrollo del negocio pero también pueden conllevar desventajas o riesgos si no se hace un buen uso.

Formación y reglas de juego

Es importante que los altos ejecutivos dispongan de una formación adecuada en redes y medios sociales, así como tener claras las reglas de juego a la hora de comunicar en cada canal.

Una buena formación es la clave para obtener beneficios empresariales, sin ella es preferible no tener presencia en las redes sociales.

No se trata de compartir información de la empresa esporádicamente. Los mensajes no deben de ser simplemente informativos o promocionales, sino que deben transmitir una personalidad propia, un toque personal y cercano.

Está claro que a la alta empresa le queda mucho por aprender en cuestiones sociales, especialmente en lo que respecta a sus directivos.

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