Traigo a colación esta separación para igualarla a otra diatriba que se está instalando en nuestras vidas, sin apenas darnos cuenta, y que condicionará sobremanera la forma de actuar de los seres humanos: los algoritmos y su neutralidad social. Podríamos definir un algoritmo como <<un código software que procesa un conjunto limitado de instrucciones>>. Pero, ¿son los algoritmos realmente una cadena numérica solamente o inciden en el desarrollo ético del comportamiento humano? ¿Exclusivamente hacen su trabajo (en el periodismo sería ‘informar’) o inciden en la conformación de la opinión pública?
En una época donde se está produciendo en España un cambio generacional en el liderazgo de las organizaciones políticas también debería producirse otra evolución en la mente de los ciudadanos en torno a la comprensión de lo que supone la política, abandonando los viejos estereotipos y entendiendo cómo de manipuladora es la estrategia política basada en el espectáculo.
A menudo me pregunto, ¿qué debo hacer para comunicarme de manera eficaz con esa persona tan diferente, o que vive en una realidad paralela tan ajena a la mía? Para ello suelo utilizar unas normas que intentaré resumir en forma de decálogo.
Apenas sin darnos cuenta, estamos entrando en la Era de la Singularidad, donde la sociedad avanzará exponencialmente gracias al desarrollo de ciencias como la robótica, la nanotecnología, la Inteligencia artificial (IA) y la biotecnología. Este nuevo marco va a generar profundos cambios en todos los ámbitos de la vida, desde el personal, pasando por el profesional/laboral, organizativo, familiar, etcétera, afectando a la comunicación humana y al nivel de relación.
El concepto se las trae. Me atrevo a pensar que muchos lectores de este post no acierten a desentrañar, por el título, la temática que quiero desarrollar. La idea neuronal de esta reflexión se centra en la diferencia entre retribución y reconocimiento respecto de los colaboradores de una organización (habitualmente los empleados, pero no descartamos otros colectivos cercanos).
Algo ya sabido es la estrecha relación existente entre el concepto retributivo y la remuneración económica. Cuando se establece una política de reconocimiento hacia sus colaboradores, una organización está pensando en una serie de elementos que van más allá de la compensación dineraria. Cuando se apuesta por el reconocimiento de lo que se trata es de favorecer un entorno de trabajo en el que las personas sean tratadas con respeto y atención de tal manera que puedan desarrollarse como personas y profesionales.
Los dirigentes empresariales, CEO en su acepción anglosajona (chief executive officer), en tanto que líderes de sus proyectos empresariales, deberían potenciar su presencia digital. Ello debería ser una de las habilidades estratégicas de los directivos de empresa en plena era digital. Una de las actividades digitales seria tener abiertos y activos perfiles digitales en las redes sociales de mayor difusión.
Esa presencia activa debe considerarse como un indicador más de una buena gobernanza, en el contexto de la RSE (responsabilidad social empresarial) y una apuesta por el liderazgo transformacional. A través de esas redes los CEO pueden establecer una mejor relación con sus diferentes stakeholders (denominados también grupos de interés) y una comunicación directa.
Algo muy grande está sucediendo en torno nuestro sin que apenas nos demos cuenta. Algo que va a cambiar nuestras vidas como sucedió cuando apareció internet.
La tecnología blockchain (o cadena de bloques, también conocida como BC) está llamada a convertirse en el nuevo ecosistema de intercambio de información. Nació en 2009, de la mano de un colectivo desconocido (Satoshi Nakamoto es un acrónimo), para ser una alternativa al dinero y se ha convertido en la plataforma sobre la que funcionan las criptomonedas, siendo la más popular el bitcoin. Sin embargo, su uso va mucho más allá de ser una herramienta para monedas digitales. Abarca multitud de campos.
Desde hace cierto tiempo el mundo del fútbol, especialmente en Europa, está viviendo un proceso inflacionario, en relación con el fichaje de los jugadores.
La adquisición de muchos clubes por fondos de inversión de millonarios procedentes de países árabes, asiáticos, del Este de Europa o de Estados Unidos, junto a su interés de fichar excelentes jugadores, ha disparado el mercado.
En el nuevo escenario, muchos clubes han visto cómo sus estrellas le son arrebatadas a golpe de talonario sin poder hacer nada por intentar mantenerlos, frente a la capacidad económica de nuevos competidores que disponen de grandes tesorerías.
Con la integración de las TIC en la vida cotidiana, también hemos incluido en ella ciertas tecnopatías sin apenas darnos cuenta. El uso intensivo de las nuevas tecnologías, sobre todo de los aparatos con pantallas que irradian luz azul, están generando una serie de problemáticas en la salud, tanto física como mental, de sus usuarios. Son las llamadas tecnopatías algunas de las cuales generan, además, adicciones muy perniciosas.
Son situaciones que vivimos cada día en nuestro quehacer sin apenas darnos cuenta. ¿Quién no ha presenciado una reunión donde la mayor parte de los asistentes están más pendientes de su móvil que de la conversación? U otra muy habitual ¿Quién no ha vivido la sensación de estar desamparado por haberse dejado el smartphone en casa, o por no tener conexión durante un rato? Conductas que generan irritación, a uno mismo o en las personas de nuestro entorno. Son comportamientos que generan trastornos. Los psicólogos están viendo como cada día se presentan más casos de estos en sus consultas.
Hubo una época en que los medios de comunicación, eminentemente la prensa, eran conocidos como ‘el cuarto poder’, en referencia semiimplícita a los tres poderes públicos (legislativo, ejecutivo y judicial) surgidos en plena época de Revolución francesa de la mano de un movimiento intelectual como fue la Ilustración con Montesquieu como artífice intelectual.
Es sabido que el estricto respeto por la separación de poderes o, para ser más estrictos, de la división de funciones (ya que el poder es uno sólo y emana del pueblo, titular de la soberanía) que es confirmada a través de muchas cartas magnas en distintos países en el mundo, se ve alterado muchas veces. Aún con el marco de la legislación referida y en vigencia, en ocasiones no se puede evitar que uno de los tres -normalmente el Ejecutivo- intente imponerse sobre los otros. Pero son los checks and balances (los controles y contrapesos) generados por el sistema político del Estado de Derecho los que consiguen reconducir los excesos.
La Escuela de Negocios Europea de Barcelona aparece en segunda posición en el ranking de las Mejores Escuelas de Negocios de España de financialmagazine.es, posicionando a ENEB como referente en la formación para profesionales en el ámbito empresarial.
Financial Magazine es un diario digital independiente de información económica y escuelas de negocios que, tiene como objetivo difundir desde la más estricta óptica periodística los diversos temas de interés relacionados al mundo de los negocios, las finanzas y las escuela de negocios que forman a los futuros directivos y empresarios del mercado español.
La Escuela de Negocios Europea de Barcelona, especializada en la preparación de líderes y profesionales en el ámbito empresarial a nivel global, es actualmente una de las principales instituciones que operan a nivel internacional. Con presencia en más de 40 países por todo el mundo, ENEB apuntala como una de sus prioridades la internacionalización mediante acuerdos locales con instituciones educativas de todo el mundo.
“In the future, everyone will be world famous for 15 minutes”. La frase fue pronunciada presuntamente por el artista Andy Warhol aunque no todo el mundo está de acuerdo en la autoría. Igual se le adjudica debido a un programa de televisión que Warhol presentó en la MTV a mediados de los ochenta del siglo pasado.
Sin embargo, me interesa más la intención que trasciende de esa afirmación. Lo que nos indica es la predisposición popular por hacerse famoso, aunque sea por un breve instante en su vida. A mucha gente le gusta aparecer en los medios de comunicación con preferencia si este es audiovisual. Una corta entrevista en la televisión, incluso una breve cita en un reportaje periodístico, confieren una notoriedad fugaz, pero en ocasiones intensa, que reposiciona al ‘famoso durante 15 minutos’ en su círculo de amigos, saludados y conocidos. E intensifica el ego, sin duda.
Tras días de duelo y reflexión, a raíz del atentado terrorista en Barcelona -mi ciudad- quiero traer a colación un tema que ha suscitado vivas controversias: la proliferación de noticias falsas o inexactas sobre los hechos acaecidos la tarde del 17 de agosto y días posteriores.
Lo primero a considerar es que no es lo mismo una información suministrada por un particular, habitualmente utilizando las redes sociales, que la facilitada por un profesional de periodismo. A pesar de que en el primer caso a menudo se le da en llamar ‘periodismo ciudadano’. no debemos confundir el quehacer de uno y otro. El periodista debe seguir unas normas para acreditar la exactitud de lo que difunde. Las informaciones falsas pueden ser lanzadas con diversas intenciones. Pero ninguna de ellas se basa en las que deben sustentar el trabajo del periodista. En ocasiones observamos como hechos sin contrastar, simples rumores, o directamente bulos, son difundidos sin contrastar.
El marketing de guerrilla remplaza la falta de medios económicos por una estrategia de audacia. Esta es una estrategia que puede seguir cualquier empresa, sin importar su tamaño.
Según las estadísticas cada sector de cada 100 empresas, una debe jugar a la defensiva que sería la líder del sector, dos en la ofensiva que son las que tratan de arrebatar el liderazgo a la primera, tres deben flanquear y el resto deben ser guerrilleras. Esta última es la que posee un potencial de ventajas tácticas que permiten a las pymes dinámicas e innovadoras prosperar continuamente.
Se caracteriza por ser empresas que no siguen los para de las principales. Subsisten escondiéndose y dando golpes de mano, e influenciando en una pequeña parte de la población.